Marchas y Contramarchas
- Manuel Álvarez
- 11 jun 2020
- 1 Min. de lectura

“Lo más importante no es la cámara, sino el ojo”.
Alfred Eisenstaedt
A veces las personas se juntan para celebrar la vida, y otras veces para reclamar la vida de quienes ya no están, de quienes están pero están con media vida, quebradas, violentadas. A veces las personas se juntan para gritar lo que otros callan. Y allí, en esa euforia, indignación está el fotógrafo para documentarlo. Importa la luz, claro que sí, Importa el encuadre, claro que sí, pero más importa que las imágenes también digan lo que otros no pueden decir.
A lo largo de varios años, he podido acudir a las marchas de Ni Una Menos en mi ciudad para poder documentar en imágenes ese sentimiento a viva voz de una sociedad que se sacude con hartazgo de la violencia y de un pensamiento avasallador. No puedo sino decir, que a pesar de todo, también es una fiesta. Una mezcla de rabia y euforia. De pesar por las personas que ya no están, pero también celebración por los que sobreviven y esperanza por un mundo mejor para las niñas de ahora y las que están por venir.
El camino es largo, claro que sí, pero ya se empezaron a dar los primeros pasos, y año tras año se va recrudeciendo la violencia, es cierto, pero también la capacidad de indignación y la respuesta única y contundente de Ya Basta! Por ello, te invito a mirar, o mejor dicho escuchar con la mirada la voz en las marchas y contramarchas de cientos de mujeres y hombres que quieren una sociedad mejor e igualitaria.
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